El teleférico del Teide conmemoró en el 2021 su 50 aniversario. Un reto de ingeniería compartido con todos los tinerfeños.
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A lo largo de nuestra historia surgieron varias ideas y propuestas para la construcción de un teleférico que facilitara la ascensión del Teide a todo tipo de visitantes.
No obstante el único proyecto que finalmente vio la luz fue el del señor Don Andrés de Arroyo y González de Chávez.
En uno de los viajes allá por 1929 por Alemania y Suiza, quedó impresionado por la cantidad de teleféricos que existían en las regiones que estaba visitando y de las magníficas vistas que se podían divisar desde lo alto de las estaciones.
A su regreso decidió no escatimar esfuerzos para dotar al Teide de un teleférico que facilitase el ascenso a todos los visitantes para que pudiesen disfrutar de las maravillosas vistas que desde allí se divisan.
El proyecto de construcción inicial del teleférico fue redactado por el Ingeniero de Caminos Canales y Puertos Don José Ochoa Benjumea en 1930. Se trata de un sistema del tipo funicular aéreo dividido en dos secciones: La primera enlazaría Montaña Majúa con Montaña Fría con dos cabinas en vaivén y capacidad para 35 pasajeros. Desde esta estación partiría la segunda sección con un sistema de cabina única con capacidad para 15 pasajeros, alcanzando la estación terminal.
En 1960 se redacta la memoria y proyecto definitivo para su construcción, tomando como base el proyecto original del Ingeniero Ochoa.
En el proyecto definitivo se traslada la estación inicial de Montaña Majúa a su ubicación actual, con lo que se suprime una torre y se reduce el desgaste del cable vía.
El proyecto definitivo del teleférico fue redactado por el Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos don Miguel Pintor Domingo y el Ingeniero Industrial Don Francisco Trujillo Armas.
El trazado elegido fue escogido para aprovechar la pendiente del terreno como elemento favorable, ya que facilitaba la instalación de los castilletes o torres, poniendo en línea la estación inicial con el único lugar en el que se podía ubicar la estación intermedia, al ser de roca sólida. Adicionalmente este trazado permitía llegar a la estación final sin utilizar castilletes.
La construcción del teleférico se inicia en abril de 1962 con el replanteamiento sobre el terreno de la traza que seguiría la instalación y los sondeos del terreno. Estos trabajos se finalizaron en 1963 y son los que permitieron determinar la ubicación exacta de las estaciones y de los cuatro castilletes o torres que sustentan el cable vía.
Las obras comienzan el 4 de septiembre de 1963 con las excavaciones para la construcción de la vía de acceso hasta la ubicación de la estación inicial. Para la construcción del teleférico, se emplearon 8 años, finalizándose el 27 de julio de 1971 con la firma del acta de recepción provisional del primer tramo del funicular.
Las dificultades principales se centraron en los periodos de invierno, ya que debido a las nevadas y las bajas temperaturas en el mejor de los casos solo se podía trabajar en la estación inicial.
Inicialmente los materiales se subían utilizando burros o a hombros de los propios trabajadores, hasta que se instaló un montacargas y en 1967 se puso en funcionamiento un teleférico auxiliar que agilizó las labores de construcción.
La obra civil y la cimentación corrió a cargo de la empresa Entrecanales y Tabora S.A. Las obras de instalación del funicular fueron realizadas por la empresa italiana Ceretti e Tanfani S.A.
Un proyecto único que desde su viaje inaugural ha sido disfrutado por cada uno de nuestros visitantes.
Entre 1999 y 2007 se acomete la renovación de la instalación:
Un hito importante se produjo entre 2007 y 2008, cuando se renovaron las estructuras de las torres sin interrumpir el servicio de transporte de pasajeros, un logro reconocido con el Premio Agustín de Betancourt a la mejor obra de ingeniería civil del trienio 2007-2009.
En el año 2024, el teleférico del Teide lleva a cabo un hito en sostenibilidad, convirtiéndose en el primer teleférico del mundo no conectado a una red eléctrica que opera exclusivamente con energías renovables.
Desde sus inicios, la energía consumida en las instalaciones del Teide provenía de motores diésel debido a la imposibilidad de conectar el teleférico a la red eléctrica general de la isla.
Sin embargo, la necesidad de reducir la huella ambiental en un espacio natural protegido impulsó un ambicioso proyecto de transición hacia un modelo basado en energías renovables.
Este desafío se materializó el día 24 de septiembre de 2024, en el cual el teleférico comenzó a funcionar al 100% con energía renovable.
Gracias a esta transición, el teleférico del Teide ha eliminado más de 600 toneladas anuales de emisiones de CO2 equivalente.
El uso de energía solar ha permitido transformar el teleférico en un modelo de sostenibilidad y eficiencia energética, reafirmando el compromiso con un turismo responsable y con el legado natural del Parque Nacional del Teide para las futuras generaciones.
* Autoría de las imágenes y el texto sobre la historia del Teleférico (hasta el apartado “La transición energética del Teleférico del Teide”) por Rafael Cedrés.
LinkedIn: Rafael Cedrés Jorge
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